La mediación permite que las dos partes reestablezcan el diálogo y se apropien de una manera autónoma, de los sistemas de gestión de sus propios conflictos. Buscando como prioridad llegar a acuerdos el mediador consigue reducir el nivel de agresividad, tensión y desgaste emocional.
Reglas del proceso:
- No interrumpirse
- No atacarse
- No agredirse
- Escucharse
- Decir la verdad
- Mantener la confidencialidad de todo lo que se discuta en el proceso
- Excepto si la integridad de alguien está en riesgo
- Reglas adicionales propuestas por las partes
Se les explica a los participantes, que es lógico que piensen que cada uno tiene una versión única y correcta de lo que ha ocurrido, escucharse sin interrumpirse, escoger al azar quién da primero su versión sobre el conflicto, recordar las reglas del proceso, el mediador debe parafrasear constantemente lo que dicen las partes, esto ayuda a que cada parte se sienta escuchada. No se trata de buscar culpables, solo de que cómo cada uno ha contribuido al problema.
Lluvia de ideas sobre posibles soluciones:
Luego de que cada uno tiene una mejor comprensión sobre las distintas versiones de lo que ha ocurrido, el mediador puede sugerir que empiecen a considerar alternativas de posibles soluciones al conflicto. No se juzgan si son buenas o malas las opciones propuestas, las cuales deben provenir de las partes.
Evaluación de las alternativas:
El mediador sugiere pasar al análisis y evaluación de las opciones propuestas. La opción seleccionada debe favorecer los intereses de ambas partes. El mediador interviene solo si hay un desequilibrio de poder entre las partes.
Definir un compromiso y firmar un acuerdo:
Una vez seleccionada la opción que más favorezca los intereses de ambas partes, se debe definir claramente a qué se compromete cada parte, escribirlo y firmarlo. La opción escogida debe ser viable de implementarse.
Competencias ciudadanas para el manejo de conflictos:
- Manejo de la ira
- Toma de perspectiva
- Escucha activa
- Generación creativa de opciones
- Consideración de consecuencias